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Polvo de aquellos lodos…

(Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa)


Vientos del pasado, con un fuerte olor a azufre, soplan rumbo al IETAM, el Congreso de Tamaulipas reeligió a los consejeros Gabriela Braña y Jorge Luis Navarro Cantú, como miembros de dicho órgano colegiado.

¿Merecían dichos personajes el beneficio de la duda?, No, no la merecían porque sus acciones como consejeros en los momentos clave fueron aberrantes, tanto, que hasta las formulas matemáticas fueron objeto de interpretación, tanto, que se prestaron a la falsificación de actas en la elección de Río Bravo, tanto, que la compra de material electoral todavía esta en duda como se desarrollo… y son solo tres ejemplos.

Extraño, además, que las reelecciones hayan sido avaladas por todos los partidos políticos, raro también que dicho proceso se haya realizado sin tomar en cuenta el espíritu de ley, de la última reforma al Código Electoral de Tamaulipas que nació precisamente por lo desaseado de la elección del 2010 y presuntamente para garantizarle a la sociedad que habría una renovación escalonada, pero total, del Consejo Electoral.

Sin duda que Navarro Cantú y Braña pueden presumir su experiencia para ocupar el puesto, es obvio que deben contar con los conocimientos suficientes, también es una realidad que el último año de Navarro lo pinta como un demócrata y hasta un impulsor de la democracia al promover diplomados, cursos, y otras acciones para que se preparan los miembros del IETAM y quien pudiera hacerlo, pero son acciones que cualquier burócrata realizaría con mucha eficacia, lo que debió habérsele calificado fue su actuar en la elección y ahí no tiene nada que presumir.

Todavía más triste es que ambos personajes hayan sido descalificados en publico por el presidente de la Comisión Plural, Antonio Martínez Torres, y días después el mismo los vote a favor.

En esta misma tesitura se encuentra el proceso de reelección de los Magistrados del Tribunal Electoral del Estado, Andrés Meza Pinzón y Emilia Vela González, ambos cómplices de toda la basura que recetaron los consejeros electorales que estaban en el 2010.

Es verdad, tienen muchos triunfos, muchos conocimientos, y hasta experiencia (que si fueran personajes pulcros podría servir en determinado momento para que la democracia en Tamaulipas se perfeccione) pero no ocurre esa situación.

La pregunta constante de los partidos políticos, de los diputados, de los organismos sociales interesados en la democracia, es, ¿cómo aumentar la participación de los ciudadanos en los procesos electorales?, en ese tenor muchos han divagado, dicen que la educación cívica debe regresar a las aulas, que desde la primera se debe enseñar a los niños a votar, a elegir, y se han expuesto cientos de teorías más, sin embargo es obvio que lo único que se requiere para que un ciudadano vaya a las urnas es confianza, y la confianza inicia con la elección, o designación de  los miembros de los órganos electorales como el IETAM y el Tribunal Electoral del Estado, y ahí es donde se ha fallado.

Por eso hay que empezar a vestir de negro, el Congreso de Tamaulipas acaba de darle un golpe mortal a la democracia y por si ello fuera poco esta por asestarle el tiro de gracia con la reelección de dos Magistrados del Tribunal Electoral.

Las aberraciones cometidas durante al elección del 2010 han sido lo más triste de la historia política de Tamaulipas, fue una elección manchada, en la que incluso el voto del ciudadano se devalúo cuando la autoridad electoral así lo quiso, y puede concretar estos dichos en la forma como se permitió la coalición del PRI con el Verde Ecologista y el PANAL en un convenio ambiguo, y por supuesto, en la elección de Río Bravo donde se hizo un mugrero.

Y si, Braña, Navarro, Meza Pinzón, y Vela González son polvo de aquellos lodos, de aquel atascadero que se hizo, responden a aquellos intereses que nadie sabe cual origen tienen o concretamente a quien responden, y eso genera desconfianza, y eso traerá consecuencias, peor aún, ataron de manos a los partidos políticos al gestionarles la unanimidad en la votación y eso podría permitir que las elecciones se vayan complicando.

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