OPTIMUS
Por: Jorge A. Pérez González
www.optimusinformativo.com
Domingo 10 de octubre 2021
Si, en efecto tienen razón los inconformes con la iniciativa enviada por el Presidente de México para reformar la reforma que fue aprobada en contubernio, tan solo para generar riqueza en unos cuantos.
Y tienen razón por que les afecta en mucho las posibilidades de ganar grandes cantidades en los próximos 30 años que ellos ya hacían en sus bolsillos y en sus cuentas bancarias.
La operación fue simple, solo requería de confabulación, para ello necesitaban empresarios, regularmente socios de funcionarios y un esquema basado en contratos leoninos que fueron avalados en su tiempo por seres ambiciosos que jamás debieron llegar a ser funcionarios públicos.
El cabildeo en su máxima expresión fue la manzana de la discordia, quienes a esto se dedican profesionalmente vieron la posibilidad de incluirse en las grandes ligas del dinero y los placeres e idearon el plan ofertando lo que no era de ellos, los recursos de la nación.
Pensaron eso sí, que nadie se daría cuenta de ello, pues a fin de cuentas estaban incluidos los que se consideraban indispensables para el desarrollo del país, por ello el esquema funcionó, convirtieron en parte a los jueces y pensaron que nadie se atrevería a revertirlo.
Esa es la razón simple por la que la instalación de un aerogenerador de electricidad cuesta en Texas 1 millón de dólares y en territorio mexicano cuesta 3 millones de dólares.
Las ganancias mal habidas tienen que repartirse ¿no?
Así que si usted tiene buenas relaciones en “gobierno” y desea invertir un peso, solo tiene que buscar en donde ese peso se puede convertir en millones y si además adecua las leyes para que todo se facilite, pues felicidades, es usted un visionario y garantizará la prosperidad a sus descendientes.
Con ese peso, usted constituye una Sociedad demostrable y socialmente responsable que se dedicará a la generación de Energía Limpia, ya con el Acta Constitutiva en su poder, acude a una institución bancaria y solicita un crédito para la construcción de una Planta de Energía Eléctrica, no se preocupe por los planos, sus socios los cabilderos se los proporcionarán, también le van a dar los cálculos de ingeniería y el cálculo de inversión debidamente ampliado para el posterior “moche”.
Ahora sí, vendrá lo bueno, sus relaciones políticas le conseguirán el contrato o licitación donde la CFE se compromete a comprarle toda su producción, de las validaciones tampoco se preocupe, el funcionario se encargara de que todo esté en orden.
Con ese contrato usted tendrá ya la disponibilidad del crédito bancario por lo que tendrá que repartir lo necesario y desde luego construir su planta, y la tiene que construir por que con esa carta la CFE quedó como aval solidario del crédito.
Pero no se preocupe, ya terminada la Planta, la CFE está obligada a proporcionarle todos los tendidos necesarios para que su Energía no se almacene y llegue hasta su destino.
Antes de ello será necesario que usted asegure sus bienes, así que deberá dejar un escrito en el que determinados locales comerciales se beneficiaran de una tarifa másbaja pues usted es Generador de Energía y por ello merece un trato preferencial.
Para entenderlo solo acuda al OXO o al SUPER 7 más cercano a su domicilio y pídale al dependiente que le muestra el recibo de luz que pagan ahí, se sorprenderá, ese fue un gran negocio. Aprenda de los mayores!!!!!!
Por la administración de su empresa no se preocupe, la CFE se encargará de todo, hasta de cobrar con sus recibos la Energía que usted produce, desde una hamaca puede observar como los abanicos giran y como el sol se proyecta desde sus paneles.
Este esquema de negocios no es nuevo en nuestra patria, ¿recuerda usted el boom de la telefonía celular? Bueno pues se hizo lo mismo con el espectro radioeléctrico en ese negocio y la concesión de las frecuencias se convirtió en un negocio redituable, pagado desde luego por los usuarios con tarifas exorbitantes.
Creían que nadie se daría cuenta, pero su ambición los cegó y ampliaron las sociedades con gente que no sabía guardar secretos por ello LA CONTRAREFORMA ELECTRICA.
Jorge Alberto Pérez González
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