ATENCIÓN
El contenido de este sitio ha sido modificado temporalmente durante el periodo comprendido del 23 de diciembre del 2023 al 2 de junio del 2024, en atención a las disposiciones legales en materia electoral con motivo del inicio de las precampañas y campañas electorales del proceso electoral federal 2023-2024.


La Güera

(Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa)


Alejandro de Anda

CLAROSCURO

“Maestro (Manuel Tolsá, escultor de la obra El Caballito) los testículos del caballo son iguales. Y según mi conocimiento, tanto hombres como bestias, tienen uno más grande que otro”. La Güera Rodríguez 1809.

LO CLARO. Empecemos con apuntes que regresan la calma a la tensión emocional existente en el mundo, merced a la pandemia que sigue en su racha dominante sobre la salud humana.

La academia toma su papel científico y comparten una narrativa explícita del estatus del virus y lo que se debe hacer y no en contra del amenazante flagelo.

Desde la Universidad Autónoma de Tamaulipas, se comparte un video detallado del Dr. Héctor Pérez Monsiváis, que –para contrarrestar información no muy asertiva que se difunde en redes sociales- expone a la sociedad a partir del punto de vista epidemiológico sobre cómo son los alcances de la vacuna contra el COVID-19, cuál es la constante de muertes de vacunados y no; las probabilidades de complicaciones con enfermedades mórbidas; cómo reacciona la vacuna ante las nuevas variantes y por supuesto, la atención a las medidas preventivas obligatorias a pesar de estar vacunado.

Claridad, es la información que agradecemos la sociedad.

LO OSCURO. Muy probablemente si la Biblia, sus escribanos, no hubieran sido varones, la óptica e interpretación del mundo hoy sería completamente distinta.

Ya en miles de textos compartidos se ‘aclara’ y no se escatima que mucha de la historia de nuestro México, tiene matices impuestos que convenían al escribiente. Así las arengas de ¡Viva México! De Hidalgo que nunca existieron.

En esa vindicación de héroes y villanos, la parte oficial de nuestro país busca regresar dignidad a los pueblos indígenas conquistados y deja a un lado las figuras entronizadas de españoles conquistadores y a aquellos que colonizaron en base al uso de la fuerza.

Faltará ver si existen más deseos de continuar restituyendo la memoria histórica de aquellos que forjaron los cimientos de este país multicolor.

En la reestructuración de la historia, en logotipos oficiales apenas se permite ver la figura de la esposa de don Andrés Quintana Roo, la periodista independentista Leona Vicario.

La leyenda no escrita nos dice muchas cosas más, donde la mujer lleva un papel preponderante.

María Ignacia Rodríguez de Velasco Osorio y Barba y Bello y Pereyra, fue la primer mujer que consigue divorciarse en este país.

Pero tiene muchos atributos más por los que la historia le debe mayor memoria –además de físicos-.

La Güera Rodríguez, hija del Corregidor de la Ciudad de México, se casaría a los 16 años y por celos de aquél su primer marido, pudo obtener el divorcio eclesiástico pues el hombre atajado por la ira disparó en contra de su esposa en medio de una multitud que acudieron como testigos para sancionar el atrevimiento del fallido asesino.

El temperamento amoroso y la extraordinaria belleza de la joven, le permitió conocer a otro joven igual de apasionados pensamientos libertarios, del que tomaría su doctrina como propia. Este joven -según los decires- Simón Bolívar el libertador de América.

Más romances le fueron atribuidos a la Güera, donde destaca su gran interés y pasión por la política y que a buen recaudo estuvo tan cerca de Agustín de Iturbide que esa acalorada pasión libertaria de ‘doña Nacha’ (como la conocía el pueblo) le atribuye ser en realidad… la madre de la Patria, junto con Agustín, el verdadero padre. Y de ese amor, el verdadero México.

Tanto era su reclamo de una nación más justa que levantó ámpula en la congregación eclesiástica –la Santa Inquisición- que en dos ocasiones fue llamada al banquillo de acusados. En la primera, acusada de apoyar a Hidalgo.

En su juicio hizo la bella Ignacia una defensa indiscutible de su postura, que comenzó a nombrar curas, obispos y demás jerarcas católicos por nombres y apellidos inmiscuidos con mujeres, con pederastia y homosexualidad.

Libertad absoluta.

Se le endilga también amoríos con Miguel Hidalgo y el Barón Alejandro Von Humboldt, pecata minuta si compara a la consagración de un país nuevo, libre y soberano.

No es el concepto de traer al escenario su temperamento amoroso, sino su dedicación y pasión por su país.

La mujer reescribe la historia desde el comienzo de la misma. No sería un papel nuevo ni efigies a resarcir, sino reconocer su importante paso y contribución a crear un mundo mejor.

COLOFÓN. Kamala Harris en EE.UU., Sarah Gilbert –de la U. de Oxford que sigue en el proceso de desarrollar la vacuna que erradique el COVID- y muchas otras mujeres son el factor de diferenciación que quizá la historia es injusta en su trato.

Pero que tarde o temprano la verdad acomoda las piezas en su justo lugar.

El segundo juicio sumario de la Santa Inquisición, a la Güera le reclamaba un cuadro pintado de su torso desnudo. “El rostro es mío –exclamó- seguro el pintor estaba enamorado de mí. Los senos no. (Se destapa ante el asombro de todos) los míos son más hermosos”. Libre de todo pecado.

alejandrodeanda@hotmail.com

@deandaalejandro

Facebook Comments

(Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa)