Beatriz tenía la oportunidad enfrente, pero para tomarla necesitaba un grado de licenciatura. Sonaba más fácil decirlo que hacerlo. Madre divorciada con dos hijos que en ese momento trabajaba como maestra de inglés en el Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial (CECATI) 76. Ocupar la jefatura de Vinculación de su plantel representaba un mejor nivel de vida para ella y su familia, pero tenía que ocurrir algo excepcional para lograrlo. Entonces la magia se hizo.
En ese 1998 la Unidad Académica de Derecho y Ciencias Sociales de Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) en Ciudad Victoria abrió un grupo especial nocturno de la licenciatura en derecho. A sus 45 años de edad este era el momento que estaba esperando. A partir de entonces las noches serían también horas de trabajo, pero el esfuerzo rindió frutos: se graduó con mención honorífica de la licenciatura en Derecho y al poco tiempo ocupó la jefatura.
Mucho tiempo después se presentaría una segunda oportunidad. En el 2012 se abrió a concurso la dirección del plantel y Beatriz presentaría un proyecto aspirando al puesto. Ese mismo año, tras dejar atrás a sus contendientes, sería la primera directora del centro en ocupar el cargo por oposición en el primer CECATI que se fundó en Ciudad Victoria.
Hoy le toca a Beatriz Zárate Aguirre ver cómo el centro que dirige hace historia en Tamaulipas al ser la primera institución educativa que puso en marcha el Programa de Oportunidades de Empleo a Través de la Tecnología para las Américas (POETA), un proyecto de la Fundación para las Américas de la Organización de Estados Americanos (OEA) para combatir la pobreza y la desigualdad mediante la instrucción a personas con discapacidad y así puedan emplearse al corto plazo.
“Para mí es un orgullo estar al frente de esta institución pionera en la enseñanza del cuidado de las personas con discapacidad. Un honor que solo me fue posible merecer gracias a la gran labor que realiza la Universidad Autónoma de Tamaulipas y que me brindó la mejor educación universitaria disponible en Ciudad Victoria”, nos explicó Beatriz Zárate.
“El programa opera como sigue: mediante convenio Microsoft provee de tecnología diseñada a las necesidades del proyecto y la fundación, con apoyo del Banco de Desarrollo Interamericano provee el equipamiento y se procede a instalar en los centros educativos lo que conocemos como «Aulas POETA”, espacios que cuentan con computadoras adaptadas para personas débiles visuales, con discapacidad motriz o de lenguaje, y así poder brindarles capacitación para el trabajo”, concluyó la directora del CECATI 76.
Facebook Comments