ATENCIÓN
El contenido de este sitio ha sido modificado temporalmente durante el periodo comprendido del 23 de diciembre del 2023 al 2 de junio del 2024, en atención a las disposiciones legales en materia electoral con motivo del inicio de las precampañas y campañas electorales del proceso electoral federal 2023-2024.


Jornadas estatales

(Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa)


Si la memoria no me falla,  fue a iniciativa del entonces presidente del Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador, que se proporcionó por primera vez, a todos los estudiantes de secundaria de su entidad natal – Tabasco – los libros de texto que ocupan en un ciclo escolar.

El “Rayito de Esperanza” destinó una parte del millonario presupuesto que le otorgaron al PRD en esos años, para dotar de libros a los muchachos de secundaria, un nivel educativo en el que no se “obsequiaban” los textos, a diferencia de la primaria en la que a cada niño se le otorga un paquete de libros, que son gratuitos y a la vez de uso obligatorio.

La práctica fue criticada por las otras fuerzas políticas, y aplaudida por una gran parte de la sociedad mexicana, y no solo por los del estado en el que recibieron el beneficio. El éxito de esta iniciativa obligó a las autoridades federales a replicar el programa en todo el país.

Ocurrió algo similar con el subsidio (beca, pensión, apoyo) que Andrés Manuel proporcionó a las personas de edad avanzada. El beneficio que AMLO dio a los “viejejitos”, en principio criticado, señalado de populista, tachado por ser una medida electorera, acusado de ser una práctica clientelar y rechazado por generar dependencia en ese segmento de la población, resulta que con  el tiempo fue adoptado por las autoridades panistas, quienes se supone que tienen una concepción del gobierno y de la sociedad muy alejada de las creencias de la izquierda.

Setenta y más fue el nombre que los panistas dieron al programa de apoyo a los “adultos en plenitud”, un programa que implementó por primera vez el Jefe de gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador. 

Pero en esto de copiar lo bueno (y también lo malo) los panistas no tienen la exclusividad. Recuerdo muy bien como se cumplió el proceso de rechazo, critica, tolerancia, aceptación y adopción, que experimentó la práctica de rendirle honores a nuestros símbolos patrios, instituido por el alcalde panista Francisco García Cabeza de Vaca en Reynosa, y adoptado posteriormente, con algunas variantes, por el gobernador Eugenio Hernández Flores.

Este proceso de “apropiación” de las practicas o programas de otras corrientes políticas o de otros gobiernos o instituciones, la observamos la semana pasada en Reynosa, el municipio que fue sede de las “jornadas estatales”.

Si hubieran respetado el nombre, además de la intención y la esencia del programa, la actividad que realizaron la semana anterior las autoridades del gobierno de Tamaulipas, se habría denominado “jornada estatal”, pues el evento referido es una copia de las “jornadas federales” que han implementado en los últimos años los funcionarios del gobierno central.

Lo que me parece extraño es que esa misma actividad que hoy (la semana anterior) desarrolla el gobierno tamaulipeco, no se califique de proselitismo, ni de violación a las leyes electorales, a pesar de que ya está muy cercana la cita que tenemos los mexicanos con las urnas electorales.

No he leído una sola nota, columna o editorial, ni he escuchado comentario alguno, en el que se ponga en duda la intención electorera de este programa, diseñado originalmente por el gobierno federal para acercarse a la población.

Tal parece que los actos de gobierno, son exclusivamente de gobierno, digamos institucionales, cuando se trata de gobiernos tricolores, y en contraste los actos de las autoridades emanadas de Acción Nacional, siempre serán actos partidistas, siempre estarán marcados por la intención de favorecer a su partido, e invariablemente caerán en la descripción de actos de campaña y proselitismo político partidista.

A mi juicio, y a manera de resumen les digo que a mí me parecen apropiadas estas estrategias para acercar la información, los programas, los beneficios y las autoridades a la población, tanto las jornadas federales como el acto que encabezó el gobernador en Reynosa la semana anterior… a pesar del ofensivo acarreo de personas en el que incurrieron… no obstante la leva (en la que emplearon más de doscientos microbuses) para la escenografía del evento y el lucimiento de la autoridad

oscardiaz482@msn.com

Facebook Comments

(Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa)