OPTIMUS
Por: Jorge A. Pérez González
Ya me reclamaron por no tener a la mano y disponibles las más recientes historias de mis perros, y es que la verdad ya coincido menos con ellos, pues los nietos acaparan y son más entretenidos que los canes.
Sin embargo tengo que cumplirles a quienes quieren ver sangre de perro o de gato en este artículo, y no es necesario referirnos a los de casa, pues con contar la historia verdadera de lo que pasa en MORENA es más que suficiente, ya que allí las animalidades son verdaderas y las rivalidades de bastantes decibeles.
No tiene la culpa Yeidckol, tampoco la tiene Ricardo, tanto Polenvsky como Monreal, tienen en sus fieles escuderos, los necesarios tamaños para aventarse Estiérckol de aquí para allá y de allá para acá.
Pareciera ser que se están rompiendo las medias, entre unas y otros, pero la verdad es que se están posicionando mediáticamente y haciendo ruido antes de que los enemigos de verdad les hagan campañas verdaderas, de desgaste real y de enfrentamiento sanguinario.
Eso no va a pasar, la izquierda en México ya ha madurado tanto, que a veces, hasta parecen más de derecha recalcitrante que los mismos panistas. Y no es exageración de mi parte, dense un vuelta por la máxima tribuna de la nación y se quedará con la duda, cuales son los de chile, cuales los de dulce y cuales los de manteca.
El triunfo de AMLO pescó desprevenido a muchos, inclusive a ellos mismos, basta ver y escuchar la mañanera del presidente, para concluir que, como que todavía no les cae el 20 de que ganaron y que tienen una gran responsabilidad cada vez que abren la boca.
El tema de la mañana para mediodía ya tiene más detractores que los que lograron hacer llegar su voto a las urnas, la cantidad de memes y descalificaciones a la postura presidencial, hacen ver irrisorio el esfuerzo que tantos pusimos con Peña Nieto. Pues aunque en las encuestas no merme la popularidad de Andrés Manuel, esto tal vez se debe, no a que estén contentos con su gobierno, sino a que mandó hasta España a Enrique y de regreso a las telenovelas a la Gaviota.
Algo similar ocurrió con Fox, pero la escaza memoria, no alcanza para poder disfrutar el momento sublime, ese que explota en el momento justo en que alguien desde una red social, cualquiera que esta sea, publica un meme, un GIF o una foto con un texto tan ofensivo que hace que todos sientan que le están diciendo ¡Pendejo! Al presidente en turno.
No importa de qué partido llegue, el deporte nacional por excelencia es ese: denostar, criticar, burlarse, descalificar, anticipar y volver a empezar, pues de nada sirve el nivel académico del que llega, siempre llega uno más tonto que la generalidad, pues el día que eso no suceda, viviremos en un país lleno de frustrados, que no podrán expresar su coraje a la vida por medio de las redes sociales, lo cual sin duda, incrementará el número de suicidios en México.
Por eso, volviendo a Tamaulipas, no hay pleitos tricolores, ellos piensan que nadie quería candidaturas y por eso se despacharon con los dueños de las franquicias municipales, -“ A ver cuántos dueños hay? – 2 Patrona – OK 1 para cada uno y la otra candidatura para uno de a de veras del territorio ¡!!!!!!!!!!!!
Tampoco azules, la franquicia está bien protegida y ahí nadie entra, -¿Verdad Maki? Además es la única que tiene Branding, que para poco sirvió en la elección de Senador, pero algo si aprendieron, si quieren 500 votos, tendrán que distribuir 2000 despensas, por ello ni tardas ni perezosas las chicas del DIF Tamaulipas, en esta semana comenzaron la distribución personalmente ellas, pues las Colonas el año pasado dejaron mucho que desear. (No quiero malos entendidos, Colonas se les dice a las activistas de las colonias de la periferia).
Si en el PRI no hay pleito, cosa rara. Si en el PAN tampoco, ahí no se me hacer raro, basta escuchar al presidente estatal del partido para poder sacar el perfil genético de toda la militancia. Pero si en MORENA hay pleito grande, esto me hace pensar que se debe a una aguda estrategia mediática, para mantener hablando a todos sobre el supuesto pleito COMO DE PERROS Y GATOS.
Jorge Alberto Pérez González
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