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Brotará mugre…

(Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa)


Cuando los aspirantes a un puesto de elección popular son capaces de utilizar las cosas divinas en busca de saciar sus apetitos personales la cosa no anda bien, por eso es que la acusación que hace el Obispo de Victoria, Antonio González Sánchez, en contra de Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador, Gabriel Quadri, y Enrique Peña Nieto, en el sentido de que hicieron de su estancia con El Papa Benedicto XVI un acto anticipado de campaña más que un acto de fe, debe investigarse y a fondo.

En entrevista con la ORT el hombre más cercano a Dios por este terruño (dicen ellos) no dudo ni tantito cuando acusó a los candidatos que pretenden la presidencia de la República de utilizar los reflectores de manera malsana, de hacer campaña en plena veda electoral, e incluso presupuso que tal vez no era tanto la fe la que pudo motivarlos a estar cerca de Su Santo Padre sino la posibilidad de aparecer en todos los medios de comunicación como los cuatro personajes que estuvieron en reunión con Benedicto XVI.

Desde luego que la opinión del Obispo Antonio es similar a la de muchos, es indudable que los políticos a lo largo de los años han caído hasta en la miserable acción de empezar sus campañas con una misa a muy temprana hora de la mañana con el objetivo de que la gente que los vea los asocie con lo bueno, con lo divino, aunque en realidad no sientan nada de respeto por la palabra de Dios y actúan contrario a la misma ya instalados en el poder.

Cierto es que hay políticos muy apegados a la iglesia, también que algunos caen en el exceso de preguntarle a los párrocos de su confianza sobre las acciones de gobierno a realizar porque son buenos pero son los pocos, la otra parte, que es la gran mayoría, realizan estos actos sin que los atormente cumplirle a Dios sino preocupados por aparentar ser piadosos y que la gente confíe en ellos para entregarles el voto.

No dude, por ejemplo, que los primeros actos de campaña de los cuatro aspirantes a la Presidencia de la República sean precisamente eso, acudir a una misa, a un acto religioso, ir a recibir la bendición de un cura o de sus padres o hijos, y no lo harán por ser buenos, lo harán para que usted piense que son buenos.

Y lo dicho, si alguien es capaz de jugar con lo Divino (que ciertamente El Papa no lo es tanto aunque el diga que lo representa) pues será capaz de hacer cualquier cosa, de atentar incluso contra el bienestar de los mexicanos de la manera más ruin.

Es a ese ritmo como nos acercamos a las campañas, los aspirantes echando toda la carne al asador, o mejor dicho, a cualquier asador con tal de estar en todos los eventos, pero lamentablemente también va ocurriendo lo que se predijo, la guerra de mugre política.

Empezaron los “enfrentamientos” con la filtración de llamadas telefónicas donde la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, presuntamente acusa al Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y a la vocera de este gobierno que es de su mismo color azul, de estarlos investigando, grabando sus conversaciones, cometiendo abusos de autoridad y violaciones a la ley contra ella y su equipo.

El PRI, por supuesto, aprovecho la situación para acusar a los panistas de canibalismo político y de utilizar los aparatos de seguridad en forma irresponsable, de distraer recursos que todos necesitamos para que regrese la paz a este país con el único objetivo de intervenir llamadas telefónicas de personajes importantes como la misma candidata azul.

El PAN, por su parte, acusó al PRI de ser ellos los que están espiando a la candidata, de filtrar esas conversaciones, aseguraron que iban a presentar una denuncia, aunque se negaron a hablar del contenido de la conversación de Josefina con su coordinador de redes sociales, y en la que se especifica que el gobierno panista actúa en contra de ellos.

Desde luego, es el principio de una guerra de mugre, de acciones que van en contra de todo lo que requerimos los mexicanos, seguramente otra vez se dividirá el país, y otra vez entraremos en un periodo de crisis similar al que nos trajo hasta en medio de esta guerra que hoy padecemos y que nos hace predecir momentos peores al sonido de los granadazos.

Por ello hacemos votos porque los candidatos esta vez sean más responsables, que puedan desempeñarse dentro de la legalidad, pedir un voto con los argumentos más decentes posibles, presentando propuestas y comprometiéndose a cumplir, si no es mucho pedir, también requerimos que nos digan que de malo trae el contrario, pero sobre todo, como se puede evitar, porque no hay duda que necesitamos conocerlos a fondo.

Hay preocupación, y mucha, en este momento, a unos días de que empiecen las campañas se desató la guerra sucia pretendiendo hacer realidad aquel dicho de que quien pega primero pega dos veces, cuando lo cierto es que la gente no votará a favor de la violencia, la represente quien la represente.

Nuestra situación es triste, es triste porque la lógica dice que la mugre solo puede brotar de donde hay mugre, y en este momento esta saliendo de todos los partidos políticos, de todos los que por una vía u otra pretenden gobernarnos, y la pregunta es, ¿qué podemos esperar de ellos si son capaces de acercarse a lo divino nomás con la intención de explotarlo para beneficio propio, o qué podemos esperar de quienes son capaces de enfrentarse en una guerra de mugre?.

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