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Al borde de la quiebra comerciantes del Centro Histórico

(Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa)


Decenas de comerciantes de todos los giros se encuentran en la difícil encrucijada de continuar con las puertas abiertas a pesar de la severa crisis que los tiene al borde de la quiebra, o cerrar ante la ausencia de clientes y compradores, quienes desde hace varios años se alejaron.

La mayoría de estos negocios se ubica en el llamado Centro Histórico, que aglutina a unos 200 comerciantes que se niegan a desaparecer porque esta actividad es el sustento de sus familias, y porque esperan que la situación mejore.

Sin embargo, todos coinciden que desde que el turista norteamericano dejó de visitar la ciudad, el comercio en dicho sector se desplomó, lo que dejó a la deriva decenas de negocios que cerraron sus puertas, y mantiene a la mayoría en la incertidumbre de tener que cerrar.

JOSÉ SIN CLIENTES

Un comerciante de nombre José, espera de manera paciente que se acerquen las personas y compren uno de los productos artesanales que desde hace 25 años exhibe este peculiar negocio instalado a unos metros de la avenida Guerrero y del Puente Internacional Uno.

Pero José no es el propietario, solo atiende el negocio a petición del dueño, y lo hace por espacio de tres o cuatro horas diarias, y solo cuatro días a la semana, ya que es poca la venta y mucho el gasto que generan los servicios que se tienen que pagar.

“Solo vengo unas horas al día para atender el negocio, pero como usted puede ver nadie se para porque no hay ventas”, dijo el hombre de manera tímida, y sentado en pequeño banco de madera, mientras platicaba su desventura, su mirada se perdía en el seco y caliente horizonte de concreto de acera de enfrente, que lucía al igual que las demás, vacía.

¿DÓNDE QUEDÓ MARTI’S?

Al caminar sobre la avenida Guerrero, muy cerca de lo que fue el boyante negocio ‘Marti´s’, gracias al turismo extranjero de hace muchos años, se encuentra un negocio llamado ‘El 22’, dedicado a la venta de artesanías, bisutería y artículos que antaño eran muy solicitados por el turismo que ya no viene.

Su propietario es Roberto Ábrego, y se dedica a este negocio desde hace 22 años, en el que vende ropa mexicana y disfraces, y un poco de artesanías, pero al igual que José, las ventas son tan pocas que en ocasiones vende en todo un día solo 90 pesos.

“Pienso que se debe a que la gente no sale por el calor, pero la mayoría cerramos a las 7:00 de la noche, y a esa hora es cuando la gente sale a las calles, y ayer vendí solo 90 pesos en todo el día”, se quejó el comerciante.

Ante esta precaria situación, la mayoría de los negocios no prende sus aires acondicionados, porque el consumo de energía es superior a las ganancias, razón por la que tienen que sufrir además del intenso calor en el interior de sus locales.

Pero confió en que la situación mejore, ya que es de los pocos comerciantes de ‘antes’ que aún subsiste, porque es lo único que saben hacer, y porque la ropa que ende su esposa la confecciona para venderla a los ciudadanos de Laredo.

SE LE QUEDAN LOS PERFUMES

Verónica Esquivel vende perfumes en el negocio ‘Toile Fine’, también en el primer cuadro de la ciudad, y desde hace 11 años se dedica a ese negocio, aunque lamentó que la inseguridad ahuyentó al poco turista que venía de compras, ya que “camina unas cuadras y se regresa a Laredo después de ver al dentistas y comprar sus medicinas”, mencionó.

“Ya es una situación muy delicada debido a la falta de clientes, y diario acuden a mi negocio unas 10 personas, pero solo seis compran algo de perfumería, y me comentan que son encargos de otras personas que ya no quieren venir a la ciudad”, señaló.

La encargada de una fonda cercana a la plaza Juárez lamentó por igual que la falta de turistas y de personas que acudan a comprar, bajó de manera drástica las ventas en el negocio dedicado a la venta de comida típica, por lo que lamentó que la mayor parte del día luzca vacío.

“No me quejo, pero casi no hay gente que venga a comer, ya que la mayoría son personas que viven aquí, y vienen porque van al seguro, al SAT o caminan rumbo al puente porque se van Laredo”, dijo la encargada de la pequeña fonda.

Gaston Monge

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