La sucesión política es el proceso democrático en la cual el liderazgo cambia de manos en un estado, por la vía electoral, conforme las reglas pre establecidas que regulan la duración de los cargos y las maneras en los cuales son electos y concluidos los mismos.
Viene a cuento lo anterior porque en cuanto el Gobernador Egidio Torre Cantú bajó el brazo en su toma de posesión, el 1º de enero de 2011, arrancó la sucesión para el 2016, aunque todos lo nieguen, ni sean los tiempos electorales formales, con ese banderazo, quedan a la vista todos los aspirantes priistas a candidatos a gobernador de Tamaulipas.
De ahí que los arrancones, aceleres y amagues estén a la orden del día, la carrera por la gubernatura tamaulipeca está en marcha.
Cabe decir que el PRI al recuperar la Presidencia de la República como eje de cohesión del tricolor y las reformas a los documentos básicos aprobadas en la asamblea nacional de 2013, donde Enrique Peña Nieto en los hechos rescata la presidencia imperial, y como consecuencia los gobernadores en sus feudos quedaron como simples virreyes.
Al efecto el presidente Peña Nieto reasumió de manera formal como presidente la Comisión Política Permanente el control del Partido, con capacidad de decisión en la vida interna del PRI y en la elección de candidatos, razón por la cual la sucesión a la gubernatura de Tamaulipas, desde esta perspectiva no habría de resolverse localmente.
En otras palabras ya no se seguirá aplicando el procedimiento de las últimas tres elecciones, donde el gobernador saliente proponía a su sucesor a su partido, esto lo hará el presidente de la republica como jefe máximo del Tricolor.
Ahora bien, salvo que con la intervención del ex gobernador Eugenio Hernández, derivado de la alianza Torre Cantú-Hernández Flores, ante el presidente de la republica quien con su cercanía excepcionalmente la sucesión podría resolverse localmente.
Al margen de lo anterior, hoy quienes miran alrededor, se preguntan ¿Dónde están los aspirantes a gobernador? Y la respuesta es que por ahí andan, algunos a la vista de todos, otros no tanto y hasta los hay destapados, auto destapados y uno que otro encuerdado.
Más allá de la elecciones de de las 8 diputaciones federales de 2015, que deberían ganar los candidatos priistas, de los cuales algunos pudieran constituir un factor más de prospectiva, para proyectar y concretar posibilidades aspiracionales reales para la nominación priista a primera magistratura estatal.
En consonancia con todo lo antepuesto destacan figuras locales como el Alcalde de Victoria Alejandro Etienne Llano, el secretario de desarrollo Social Homero de la Garza Tamez, el secretario de Finanzas Miguel Gonzales Salum y el ex diputado local Oscar Almaraz, los primeros cercanos al gobernador Torre Cantú, en su gestión gubernamental y además con lazos afectivos al mandatario pudieran resultar favorecidos con la nominación..
Bajo esa premisa, los cuadros políticos vinculados a la administración estatal en funciones en teoría están inhabilitados para articular una red de consensos por el estado sin la previa venia del jefe político estatal. Los políticos locales que juegan bajo esas circunstancias por ahora son, Alejandro Etienne Llano y Homero de la Garza Tamez.
En cuanto a los paisanos achilangados, se apuntan desde el DF para la gubernatura, el diputado federal Marco Antonio Bernal Gutiérrez; el Director General de Giras de la Presidencia de la República Alejandro Guevara Cobos y el Director General de ASERCA de la SAGARPA, Baltasar Hinojosa Ochoa.
Es así que Bernal Gutiérrez es el aspirante mejor posicionado, legislador plurinominal, nunca se ha sometido a la prueba de las urnas, salvo cuando fue derrotado por Tomas Yarrington en las internas priistas, cobijado bajo la tutela de Manlio F. Beltrones coordinador priista de la Cámara de Diputados, pero a Marco se le acaba el año próximo su período de diputado federal que hoy ostenta y requiere de una nueva plataforma.
En tanto Alejandro Guevara Cobos para muchos, es el tamaulipeco que mayor contacto tiene con el fiel de la balanza hacia el 2016. Después de todo, como director de Giras en Los Pinos, acuerda casi todos los días con el Presidente Enrique Peña Nieto. Si Guevara Cobos es ungido candidato a diputado federal en 2015, amén de su trayectoria y su presencia política estatal sus posibilidades aumentan.
En lo que se refiere a Baltasar Hinojosa Ochoa ex alcalde de Matamoros sus posibilidades, de alguna manera han disminuido, por sus nexos con el ex gobernador Yarrington, no obstante su relación con el secretario de Hacienda Luis Videgaray y de esparcir el lema, “Aserca Nacional se Acerca a Tamaulipas”.
Así pues el que también se abrió con rumbo a la candidatura del PRI al gobierno de Tamaulipas para el 2016 es el diputado federal Enrique Cárdenas del Avellano. Lo mejor que tiene Quique es su optimismo ya que los demás aspirantes lo superan en preferencias y padrinazgos.
En el PAN son mano la alcaldesa de Matamoros Leticia Salazar y el Senador Francisco Javier Cabeza de Vaca. ¿Y en lo que queda del PRD quiénes? no se ve a nadie que quieran empezar a construir la candidatura.
En definitiva en el escenario de la sucesión gubernamental nada está escrito, aun no hay nada para nadie, esto solo se trata de un simple ejercicio de prospectiva política, cuyas variables pueden cambiar en el corto y mediano plazo.
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