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Especulación ante inacción

(Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa)


SENCILLITO

Por ALBERTO RODRIGUEZ ROMERO

Desde el lunes anda la noticia de que Pedro Silva Rodríguez estaba dado de baja como Subsecretario General de Gobierno. Aún no lo habíamos podido confirmar, porque no se ha hecho oficial, pero todo indica que va a dejar la subsecretaría general de gobierno, porque no lo dejan actuar, es decir, es voluntario el cambio.

Pedro es un lobo de mar, cuando unos van de novedosos, él ya regresó, de hecho los pequeños conatos de crisis en su área, como la del transporte público, no han hecho mella aún en el gobierno. No se puede decir lo mismo del área de derechos humanos de la misma secretaría, hay diferencia de conocimientos, es como dicen los médicos, masca 30 veces el bocado y lo digerirás bien, pero si lo tragas de golpe, te indigestarás.

Cuando estaba escribiendo esta columna, afuera del despacho se escucha a los merolicos modernos, los que con palabrería embaucan a la gente con bálsamos o pomadas milagrosas, que sólo son paliativos momentáneos, pero el mal persiste.

Y es cierto, sólo están aplicando al tema de seguridad y protección de derechos humanos una pomada de árnica para tratar de calmar el dolor que ha causado al gobierno la reacción de la sociedad por ese artero crimen.

Antes eran mejoralitos para combatir cánceres sociales, que las despensas para combatir el hambre, o que los parques pies descalzos para combatir la drogadicción.

Ahora son ungüentos maravillosos con los que se quiere remediar los grandes males, cuando la sociedad ya no compra espejitos como oro.

Tamaulipas es un pueblo esperanzado que busca que regrese la paz y la calma, que quiere que lo dejen trabajar y no ser desangrados por civiles armados.

Cuando la esperanza atropelló a más de lo mismo, con una esperanza avasalladora que se vivió en el barrio, en la colonia, en la ciudad, en todo el estado, en las redes sociales, todos esperamos un verdadero cambio y que se aplicara la justicia.
Aún no ha pasado nada, y la llama de la esperanza sigue viva, por eso esta rebeldía social, estas protestas ante las injusticias, porque parece que seguimos donde mismo… o peor

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