FABULAS DE HISOPO (Adaptación)
Por Pegaso
Un agricultor del ejido Las Anacuas tenía un pequeño rancho donde también cultivaba hortalizas.
Tenía un perro guardián para cuidar de sus propiedades, el cual era tan bravo que ningún ladrón se atrevía a acercarse a la huerta.
El hortelano estaba orgulloso de su perro y lo cuidaba con esmero, y como agradecimiento, el animal se esmeraba en cuidar su casa y sus cultivos.
Un día el buey del establo se acercó hasta donde estaba un buen montón de alfalfa y quiso probar un bocado.
El perro, gruñendo furiosamente, se le puso enfrente, evitando que el buey se acercara al suculento manjar.
-¡Perro tonto!-le dijo. Eres un envidioso porque no comes ni dejas comer. ¿qué no sabes que el hortelano destina a cada cual lo que mejor le aprovecha? La alfalfa es mi alimento y no veo la razón para que te metas en negocio ajeno.
Y diciendo esto, dio una tremenda patada que dio de lleno en el trasero del can, el cual quedó lloroso y adolorido.
MORALEJA: Si algo no es para tí, mejor ni te metas, no te vaya a pasar lo que al perro del hortelano.
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